Gracias mama por haber sido mi estrella y mi guía toda la vida.
No solo fuiste nuestra mama, sino que fuiste la mama un poco de todos: de tus nietos, de tu yerno, de tu nuera y de todos los que tuvieron la suerte de conocerte.
Un ser luminoso y generoso como pocos.
Entregaste y dedicaste tu vida a los demás con gestos, lecciones y enseñanzas, esa era tu forma de ser y de demostrar tu cariño.
Toda la vida te voy a recordar como le que siempre fuiste: una madre, abuela y compañera excepcional que no tenia reparos en decir todo lo que pensaba e ir al límite con todo y en todo momento. Esa era tu chispa de la vida y mi marca a fuego en mi cuerpo y alma.
Todo lo que soy hoy, y trato de transmitir a mis hijas, es todo lo que aprendí de vos.
Te voy a amar toda la vida y vas a estar en mi corazón por siempre.
Tu amado hijo.